Al principio, a Jacob deGrom le
dolía hasta cuando chasqueaba sus dedos. Entonces, después de someterse a una
cirugía para para mover un nervio en su codo derecho, el abridor de los Mets
hizo lo que cualquier pitcher curioso hubiese hecho. Empezó a chasquear los
dedos de su mano derecha hasta que un día, finalmente, el dolor desapareció.
"Honestamente, se siente
bien", dijo deGrom el viernes en el Citi Field, donde terminó una semana
de presentaciones promocionales en Nueva York. "Se siente como si nada
hubiese pasado, así que estoy listo para empezar a tirar".
Aunque deGrom empezará un programa
de tiros antes de que termine diciembre, la verdadera prueba no vendrá sino
hasta abril. Será entonces cuando él, Noah Syndergaard, Matt Harvey, Steven
Matz y posiblemente Zack Wheeler conformen la clase de rotación de cinco
abridores con la que los Mets han soñado por años. Cuatro de esos cinco
pitchers estarán tratando de lanzar en las Grandes Ligas por primera vez desde
sus respectivas cirugías.
"Sin dudas, me asusté",
dijo deGrom sobre su problema, que le causaba entumecimiento en los dedos.
"Uno nunca quiere que le pase nada en el brazo. Y hasta que llegas a saber
qué es, sientes que puede ser algo malo. Descubrir lo que pasó, que es el
nervio y que no habrá problemas una vez que lo movieron, te hace sentir bien.
Me dio un poquito de tranquilidad".
Mucho del optimismo de los Mets de
cara a la temporada del 2017 tiene que ver con deGrom y el resto de los
abridores jóvenes del club. Todos creen que son muy buenas las posibilidades de
que estén mucho más sanos que en el 2016. Pero no hay garantías de que así sea.
No hay nada que sirva mejor para predecir futuras lesiones que lo que sucedió
en el pasado, por lo que los Mets tendrán que ser cuidadosos con su quinteto
hasta que prueben que estén 100% saludables.
Para protegerlos, los Mets podrían
aprovechar la profundidad de su cuerpo monticular -Robert Gsellman y Seth Lugo
estarán de vuelta también- y usar por cierto tiempo una rotación de seis
abridores. O podrían simplemente saltar el turno de sus pitchers periódicamente,
como hicieron la temporada pasada. Sin emabargo, deGrom no está muy convencido
con la idea y apuntó que tanto él como el resto trabajan alrededor de una
rutina de cinco días.
Para los pitchers de los Mets, la
logística se irá determinado a su debido momento. Toda la organización recibió
una inyección de optimismo a principios de esta semana cuando se anunció que el
jardinero cubano Yoenis Céspedes firmó un contrato de cuatro años. Cuando le
preguntaron qué significaba eso para los Mets, deGrom reconoció que se ve la
oportunidad de ganar un título.
"Como decimos todos los años,
la meta es ganar la Serie Mundial", dijo deGrom. "Luchamos para
llegar a la postemporada este año y sin dudas fue algo emocionante. El año
pasado fuimos a la Serie Mundial, así que la meta es la misma, ganarla, y
pienso que todos en este equipo tenemos ese objetivo. Para eso vamos a trabajar
desde los Entrenamientos Primaverales".
MLB.
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