jueves, 24 de noviembre de 2016

Las huellas de Rentería

En un equipo repleto de líderes veteranos, él era considerado el capitán no oficial. Y en una alineación que contaba con varias superestrellas, era él a quien el equipo anhelaba ver al bate en situaciones cruciales.

Se trata de Edgar Rentería, quien pese a no haber recibido mucho reconocimiento ni atención se destacó durante gran parte de sus 16 temporadas como ligamayorista. Luego de haber sido convocado a cinco Juegos de Estrellas y ganado dos Series Mundiales, el colombiano aparece en la papeleta para el Salón de la Fama por primera vez.

A Rentería se le recuerda principalmente por sus seis campañas en San Luis, donde fue una pieza clave de cuatro equipos que alcanzaron la postemporada. Pero a lo largo de su carrera, el oriundo de Barranquilla también ayudó a otros clubes a conseguir títulos de Serie Mundial.

A los 21 años de edad, en su segunda campaña como ligamayorista, Rentería conectó el batazo decisivo por los Marlins en el Juego 7 del Clásico de Otoño de 1997. En el 2010, su penúltima temporada, fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial con los Gigantes.

De por vida, Rentería bateó .286 con 2,327 imparables y anotó 1,200 carreras. También ganó dos Guantes de Oro y tres Bates de Plata y fue convocado a tres Juegos de Estrellas como campocorto titular. A la vez, con su estilo refinado en el terreno de juego y su cálida y juguetona actitud en el clubhouse, se ganó el aprecio de sus compañeros de equipo.

"Edgar fue uno de mis compañeros de equipo favoritos", expresó el jardinero Aaron Rowand, quien jugó con Rentería en San Francisco. "Lo considero uno de los mejores compañeros. Todo el mundo debería tener la buena fortuna de jugar con alguien como él".

Rentería, quien firmó con los Marlins a los 15 años, hizo su debut de Grandes Ligas cuatro años después, en 1996. De una vez demostró que merecía estar en la Gran Carpa, ya que terminó en el segundo lugar en las votaciones para el premio al Novato del Año en la Liga Nacional esa temporada.

Durante tres campañas, Rentería fue un jugador titular sólido por los Marlins, incluso fue convocado al Clásico de Media Temporada por primera vez en 1998, pero fue después de ser canjeado a los Cardenales en diciembre de ese año que más se destacó. Por San Luis, bateó .290 con porcentaje de embasarse de .347 y slugging de .420.

Rentería incluso llegó a ser considerado el capitán no oficial de los Cardenales, a pesar de que el club contaba con la presencia de veteranos más establecidos. Y aun en un lineup que incluía al dominicano Albert Pujols, Scott Rolen y Jim Edmonds, era a Rentería a quien sus compañeros querían al bate en los momentos apremiantes.

A Rentería no le fue bien cuando firmó con Boston como agente libre, pero recuperó la forma una vez que regresó al Viejo Circuito como integrante de los Bravos. El torpedero tuvo dos campañas sólidas por Atlanta antes de ser enviado en un canje a Detroit. Luego firmó con los Gigantes como agente libre y consiguió su segundo anillo de Serie Mundial. Su última temporada en Grandes Ligas fue con Cincinnati en el 2011.


A lo largo de su carrera, Rentería fue un bateador fuerte, un corredor de bases excepcional, un defensor de calidad y un compañero valorado.

Con información de MLB.

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