Brett Cecil, quien ha salvado 11 juegos en su carrera,
ganará US$ 7,75 millones en cada una de las próximas tres temporadas gracias al
contrato de cuatro años y US$30,5 millones que firmó el lunes con los
Cardenales. De no ser cambiado antes, el venezolano Francisco Rodríguez será el
lanzador mejor pagado del bullpen de los Tigres con un salario de US$6 millones
en el 2017, aunque eso podría cambiar dependiendo de lo que hagan los Tigres
con el también venezolano Aníbal Sánchez y Mike Pelfrey.
La comparación dice mucho sobre el rumbo que están tomando
los Tigres y por otro lado el mercado de relevistas: no van en la misma
dirección.
Después de varios años tratando de construir su bullpen vía
cambios y contrataciones en la agencia libre, los Tigres están enfocados ahora
en hacerlo con piezas de la misma organización. En parte, es un asunto de
necesidad: si la nómina es similar a la del año pasado, el equipo no podrá
sumar mucho más que una o dos piezas no muy costosas.
Pero incluso si no estuviesen
interesados en recortar gastos, es probable que hubiesen tomado el mismo
camino.
El gerente general Al Ávila consiguió algunos brazos en
invierno pasado y los resultados fueron mixtos. Aunque Rodríguez salvó 44
juegos en el 2016 tras ser obtenido en un cambio con Milwaukee, el trabajo de
Mark Lowe -al que firmaron por dos años y US$ 11 millones- fue desastroso. Al
zurdo Justin Wilson, quien llegó de los Yankees a cambio de dos prospectos, los
zurdos le batearon .308 con .772 de OPS en una temporada de altos y bajos.
Shane Greene tuvo dos meses buenos como preparador de Rodríguez tras salir de
la rotación por la llegada de Michael Fulmer, antes de sumergirse en un bajón
en los meses finales.
Incluso si Rodríguez se queda, el manager Brad Ausmus tiene
algunos roles por definir. Y a menos que los Tigres consigan a un relevista
joven en un cambio, cualquier pieza nueva tendrá que llegar de la misma
organización.
Lo primero que necesita Detroit es volver a contar con el
venezolano Bruce Rondón, quien asumió un mayor papel este año con el paso de
los meses. Al derecho de recta meteórica pero carácter volátil los rivales le
batearon .181 de promedio y .583 de OPS durante el año.
Tras ser subido en
junio, lanzó durante el sexto y el séptimo innings en situaciones poco
apremiantes, pero para mediados de septiembre los Felinos ya lo estaban
utilizando en juegos cerrados. Los Tigres esperan que Rondón siga creciendo en
ese rol.
"Obviamente mejoró muchísimo", dijo Ávila el mes
pasado. "Fue uno de nuestros mejores relevistas y seguramente estará entre
los candidatos (para preparador)".
Rondón será elegible para el arbitraje por primera vez, al
igual que el también preparador Alex Wilson.
El próximo paso será esperar la eventual llegada del
puertorriqueño y prospecto número 5 de los Tigres, Joe Jiménez, quien comenzó
el 2016 en Clase-A Lakeland y terminó en Triple-A Toledo, solidificando su
posición como cerrador del futuro de la organización. Sin embargo, quizás haya
que esperar un poco más por su llegada al equipo grande.
"Sé que mucha gente estaba empujando para que lo
subiésemos en septiembre", dijo Ávila. "Pero créanme, no hubiese sido
lo mejor para él, ni para nosotros. Tiene cosas en las que debe trabajar,
particularmente su slider, y también su control. Hay cosas que puedes hacer en
las Ligas Menores, pero no en las Mayores.
"Cuando lo subamos queremos estar seguro de que llegue
aquí para ser exitoso", siguió Ávila. "No queremos cometer el mismo
error que cometimos con Bruce en el pasado, cuando las cosas no salieron bien
de una vez. Queremos ser más cautelosos con Jiménez. Pero dicho eso, espero que
él pueda ayudarnos en algún momento del 2017.
"No voy a descartar que se quede con el equipo desde la
primavera. No voy a descartarlo, porque tienes que darle una oportunidad. ¿Pero
es posible que pase uno, dos, tres meses en Toledo antes de que cause un
impacto arriba? Sin dudas eso también está en el ambiente", terminó el
ejecutivo.
Para recibir más ayuda de las Menores habrá que esperar un
poco más. Adam Revenelle, quien fue cerrador de la Universidad Vanderbilt,
ponchó a 57 bateadores en 58 innings entre Lakeland y Doble-A Erie, pero
todavía tiene que trabajar en su control. Paul Voelker es otro derecho que
lanza fuerte y ponchó a 79 en 54 entradas en Doble-A, pero cuando se le hacía
contacto mayormente le hacían daño. Drew Smith mostró un brazo poderoso con el
Clase-A West Michigan en su primera temporada profesional, pero todavía tiene
mucho camino por recorrer.
Con información de MLB.
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