Si ponemos en la balanza los beneficios a corto y largo
plazo, luce bien obvio que los Bravos esperarán hasta la segunda mitad del mes
de abril para subir al venezolano Ronald Acuña a las Mayores. Pero eso no
significa que el aclamado prospecto vaya a dormirse en sus laureles durante las
próximas seis semanas y no vaya a agregarle intriga a su eventual adición al
roster de Atlanta.
"Quiero hacerles esa decisión lo más difícil
posible", dijo Acuña. "Si deciden enviarme a Triple-A, quiero que sea
una decisión bien difícil para ellos. Quiero llegar hasta el punto de que no
haya mucho que decidir".
Twitter.
Salvo la provisión de un contrato a largo plazo, algo que no
tendría sentido para ninguna de las dos partes, parece que no hay mucho que
decidir. Si los Bravos incluyen a Acuña en su roster para el Día Inaugural, y
no lo envían a las menores dentro de las próximas seis temporadas, el jardinero
de 20 años de edad sería elegible para entrar al mercado de la agencia libre después
de la campaña del 2023.
Si los Bravos optan por retrasar el ascenso de Acuña por
algunas semanas, podrían asegurar otro año más de control contractual sobre el
fenómeno de las cinco herramientas, actualmente clasificado como el segundo
mejor prospecto de todo el béisbol por MLB Pipeline.
Los Cachorros ganaron un año extra de control cuando
decidieron esperar hasta el 17 de abril (nueve juegos después de arrancada la
temporada del 2015) para subir a Kris Bryant a la Gran Carpa. Los Astros
lograron lo mismo con George Springer cuando esperaron hasta el 16 de abril (15 juegos después de arrancada la temporada del 2014) para ascenderlo.
"Simplemente necesita demostrar que esté listo
para jugar a este nivel", declaró el capataz de los Bravos, Brian Snitker.
"No sé si alguno de nosotros está 100% seguro de lo que va a pasar. Creo
que el muchacho sólo necesita saltar al terreno y mostrar su talento, dar lo
mejor de sí día a día. Lo integraremos al programa y veremos qué sucede".
Snitker quedó bien impresionado cuando utilizó a Acuña como
un extra durante algunos partidos de pretemporada el año pasado. El venezolano
tenía apenas 19 años de edad en ese entonces, y una lesión en la muñeca
izquierda lo había limitado a apenas 40 juegos de temporada regular en Clase-A
el año anterior. Pero Acuña exhibió gran temple y bateó .296 (de 27-8) y
produjo un porcentaje de bateo más slugging (OPS) de .832 en 13 encuentros de
la Liga de la Toronja.
Ahora Acuña se encuentra participando en sus primeros
entrenamientos primaverales de Grandes Ligas y lidiando con la atención que ha
acaparado en el último año. El joven jardinero comenzó el 2017 en Clase-A
Avanzada Florida y terminó jugando por Triple-A Gwinnett. Su impresionante
producción con el madero le valió ser reconocido como el Bateador del Año de liga
menor por MLB Pipeline.
"En realidad no me molesta para nada y de hecho me
siento humilde y agradecido de recibir toda esta notoriedad y atención",
externó Acuña. "Lo único que puedo hacer es prepararme mental y
físicamente, saltar al terreno, dar lo mejor de mí y tratar de hacer el
equipo".
Aun con el éxito que tuvo en encuentros de la Liga de la
Toronja el año pasado, Acuña reconoce que nunca se imaginó lo que haría el año
pasado, ni tampoco encontrarse en la posición que se encuentra ahora, a sólo
meses de hacer su tan anticipado debut en Grandes Ligas.
"Para ser honesto, quedé un poco sorprendido, pero
valoro todo lo que me ha pasado y estoy contento por cómo se me han dado las
cosas", confesó Acuña. "Sí, todo esto me tomó un poco desprevenido y
estoy sorprendido".
Las Mayores
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