Tras ganar la Serie Mundial con los Cachorros de Chicago y romper como la famosa "Maldición de la Cabra" que agobiaba a los fanaticos del Wrigley Field desde 1908 "el misíl cubano" Aroldis Chapman habló con AP y dio a conocer su opinión acerca de como lo utilizó el manager Joe Maddon en la postemporada.
Foto Cortesia.
Chapman llegó a la escuadra "osezna" a mitad de zafra canjeado desde los Yankees para ayudar a Javy Baez, Anthony Rizzo, Jake Arrieta y Kris Bryant a quedarse con los máximos honores, y así ocurrió, pero eso no bastó para que el serpentinero no esté de acuerdo con la labor que le otorgó a Maddon en la Serie por el Banderín de la Nacional y en el "Clásico de Otoño".
"Pienso que él me usó incorrectamente. Creo que sí,
que la forma que me usó, me usó un poco mal, abusó un poco la forma de ponerme a
lanzar, y a veces que yo no tenía que lanzar me puso. Él es el manager, él sabe hacer sus cosas, él dirige
como él sabe, como él quiere y como él quiere ganar. Eso fue su decisión
hacerlo y yo solamente me preparo, me preparo para estar fuerte, para que mi
brazo esté saludable. Gracias a Dios pude hacer el trabajo, pude lanzar la forma
que quiso", indicó el lanzallamas.
El cubano tuvo 13 presentaciones en la
postemporada, además, en la Serie Mundial, durante el quinto duelo en Chicago, el zurdo rescató su primer juego de por vida en Las Mayores de ocho outs.
Sobre actuar en momentos que no se le requería, el siniestro mencionó que en el sexto juego ante Cleveland en Progressive Fiel no debió lanzar: "Estuve lanzando sin necesidad, ¿sabes?. Estaba un juego bastante abierto (Chicago ganaba 7-2), me usó y me hizo salir al noveno,
algo que no tenía que pasar, porque creo yo que ese juego era un juego que
teníamos del lado de acá. Ya el próximo juego el juego siete era el realmente
importante, el de todo. Tuve que salir en el juego siete,
un poco cansado, un poco diferente, ya no es lo mismo, tú puedes hacer el
trabajo, puedes salir a lanzar, pero ya no es la misma efectividad al tú estar
cansado".
Redacción LDDB.
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