Una señal anticipada de que algo especial estaba por venir
para los Yankees se dio en un lejano diamante de su complejo de entrenamientos
primaverales a principios de febrero, cuando una lluvia de jonrones durante una
práctica de bateo obligó a quienes observaban detrás de la barda de los
jardines a cubrirse.
Aquellos cañonazos estaban siendo conectados por el bate del
dominicano Gary Sánchez, causando el mismo impacto que generarían en agosto y
septiembre, cuando el receptor novato igualó un récord de 86 años al conectar
20 cuadrangulares en sus primeros 51 juegos de Grandes Ligas.
Foto CBS Sports.
"Cuando me subieron, en lo único que pensaba era en
solamente obtener una oportunidad de jugar", relató Sánchez. "Ellos
me dieron la oportunidad, me convertí en el cátcher de todos los días y las
cosas se han dado para mí. Lo que me ha pasado es algo bien especial para
mí".
Sánchez rápidamente se convirtió en el rostro del núcleo de
jugadores jóvenes que vienen tocando la puerta por los Yankees, tras la partida
de algunos veteranos que trajo a cambio a jóvenes prospectos como Aaron Judge y
Tyler Austin, quienes se convirtieron en los primeros compañeros de equipo en
volarse la cerca en su primer turno al bate cuando conectaron cañonazos
consecutivos el 13 de agosto.
Con la mayoría de los fanáticos de los Yankees sin saber qué
esperar tras la repentina renovación del club, los pupilos del manager Joe
Girardi respondieron dejando marca de 32-26 después del 1ro de agosto y todavía
pelearon por un puesto en octubre endurante la última semana de la temporada
regular. A pesar de lo difícil que fue la decisión de cambiar de rumbo durante
la campaña, los Yankees creen que hicieron lo correcto.
"De repente pensé, 'Ya es hora'", recordó el
gerente general Brian Cashman. "Necesitamos hacer ciertas cosas que
realmente nunca hemos hecho anteriormente. Me alegra que los dueños nos hayan
dado luz verde, y creo que el futuro del club es más brillante después de todas
esas maniobras".
Uno se pregunta qué habría pasado si ese surgimiento de
Sánchez hubiese comenzado desde marzo, cuando el quisqueyano era el amplio
favorito para ganarse el puesto de receptor reserva con los Yankees. Pero
Sánchez bateó de 22-2 (.091) en la Liga de la Toronja y fue Austin Romine quien
hizo el roster en el Día Inaugural, y Sánchez tuvo que regresar a Triple-A
Scranton/Wilkes-Barre.
Jugar todos los días terminó siendo una bendición disfrazada
para el dominicano de 23 años de edad, quien registró un porcentaje de
embasarse más slugging (OPS) de .807 en Triple-A. Los Yankees lo subieron para
un solo juego el 13 de mayo, insertando su bate derecho en el lineup como BD en
contra del zurdo Chris Sale, luego volvieron a llamarlo el 3 de agosto previo a
un partido ante los Mets en el Yankee Stadium.
Con el puertorriqueño Carlos Beltrán habiendo sido cambiado
a los Rangers, el cubano Aroldis Chapman y Andrew Miller en camino a la Serie
Mundial y Alex Rodríguez a punto de disputar su último juego con el uniforme a
rayas, no pudo haber existido un momento más oportuno para que Sánchez
comenzara a escribir su inesperada historia.
El primer jonrón de Sánchez llegó el 10 de agosto frente al
japonés Junichi Tazawa de los Medias Rojas, lo que sería el inicio de una racha
en la que el dominicano despachó 20 bambinazos en contra de 17 lanzadores, con
Cody Martin, David Price y el mexicano Marco Estrada cediendo dos cada uno.
Sánchez se convirtió en el primer jugador en la historia de Grandes Ligas en
pegar 20 o más cuadrangulares en menos de 60 partidos jugados de por vida, y
también en el primero en conectar 20 o más batazos de vuelta entera en una
temporada sin haber conseguido uno previo al 1ro de agosto.
"Lo que Gary está haciendo, hombre, he visto esto por
años", reconoció Judge. "Gary ha estado haciendo la misma cosa por
Doble-A, Triple-A y ahora está aquí arriba para hacerlo en Las Mayores. Es
divertido verlo y es divertido formar parte de todo esto".
Los 20 jonrones de Sánchez en 51 juegos de por vida
igualaron una marca impuesta por Wally Berger de los Bravos en 1930, compilando
un OPS de 1.032 y poniendo fuera a 13 de 32 corredores intentando robarse una
base (41%). Su desempeño tanto a la ofensiva como detrás del plato le valieron
a Sánchez ser nombrado receptor titular y desde entonces comenzó a llamar la
atención de la oposición.
"Creo que, defensivamente, el muchacho ha superado las
expectativas, la eficacia de sus tiros, la fuerza que exhibe en su brazo, su
habilidad para bloquear lanzamientos", elogió el capataz de los Medias
Rojas, John Farrell. "Se trata de un jugador de primera línea".
Sánchez terminó el año con promedio de .299 (de 201-60), 12
dobles, 20 cuadrangulares y 42 carreras empujadas, finalizando en la segunda
posición detrás del derecho de los Tigres, Michael Fulmer, en la votación para
el Novato del Año en la Liga Americana.
Ese reconocimiento habría sido un bonito recuerdo para el
quisqueyano, pero lo que debería entusiasmar a los Yankees aún más es ver lo
que Sánchez será capaz de hacer en la parte gruesa del lineup en su primera
temporada completa en Grandes Ligas.
"Los fanáticos me han demostrado bastante cariño
aquí", destacó Sánchez. "Creo que ese es el resultado de mi desempeño
en el terreno de juego. Si sigo jugando bien, ellos seguirán apoyándome.
Veremos qué pasa el próximo año".
MLB.
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