El venezolano Ronald Acuña era un prospecto poco conocido
hasta que Bobby Cox y otros ejecutivos de los Bravos regresaron de la Liga
Instruccional el año pasado impresionados por este pelotero de cinco
herramientas, quien había llamado su atención con cada cosa que hacía dentro
del terreno de juego.
Aunque tiene apenas 19 años y todavía está en pleno
desarrollo, Acuña ya ha sido comparado con el dominicano Starling Marte y se ha
establecido junto al también venezolano Kevin Maitán como los dos jugadores de
posición con más potencial dentro de la organización.
Después de perder una buena cantidad de tiempo la temporada
pasada con una lesión en un pulgar, Acuña ha recuperado los días perdidos
poniendo unos números impresionantes en la Liga Australiana de Béisbol en las
últimas semanas y el jueves disputará el Juego de Estrellas.
Acuña bateó .375 (de 72-27) con un 1.001 de OPS (porcentaje
de embasarse más slugging) en los primeros 20 juegos con los Ases de Melbourne.
Obviamente no ha enfrentado el mismo nivel de pitcheo que hubiese visto si
jugaba pelota invernal en la República Dominicana o Venezuela. Pero dado que no
cumplió los 19 años sino hasta el domingo pasado y todavía no ha jugado una
temporada completa en ninguna categoría superior a Liga de Novatos, lo que está
haciendo les da legitimidad a los elogios que ha venido recibiendo.
Aunque MLBPipeline.com coloca en estos momentos a Acuña como
el 17mo mejor prospecto de los Bravos, hay razones para creer que el joven
subirá escalones una vez comience la temporada del 2017 en Clase A Rome o Clase
A Avanzada Florida Fire Frogs.
Cuando Chipper Jones y Andruw Jones lo vieron jugar por
primera vez en primavera pasada, ambos hablaron con entusiasmo sobre Acuña,
quien recibió lo que ahora parece una ganga como bono, US$100.000 después de
ser descubierto por Rolando Petit, el director asistente para Latinoamérica de
los Bravos.
Entusiasmados por lo que vieron de Acuña durante la Liga
Instruccional en el 2014, los Bravos lo enviaron a la Liga de la Costa del
Golfo para empezar el 2015 y después lo subieron al Danville, Nivel Novato, al
final de dicho año. El plan en el 2016 era que pasase toda la temporada en
Clase A Rome, pero todo se truncó cuando se lesionó el dedo deslizándose en una
almohadilla.
Acuña regresó al terreno el 22 de agosto y enseguida empezó
a producir para ayudar a Rome a alcanzar la postemporada y ganar el títilo en
la Liga del Sur del Atlántico. Se robó 14 bases en 21 intentos y bateó
.312/.392/.429 en 179 visitas al plato.
Aunque las guías dicen que Acuña mide 1,82 metros y pesa 81
kilos, ya está dando muestras de poder hacerse un pelotero más fuerte. Es muy
temprano para proyectar cuándo podría llegar a Grandes Ligas o si seguirá en el
jardín central, pero lo que ha demostrado por ahora ha creado razones para
monitorear de cerca lo que parece será una carrera especial.
MLB.
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